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Mutilación genital, un dolor de más 200 millones de niñas y mujeres

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Naciones Unidas.- Más de 200 millones de niñas y mujeres en todo el mundo cargan hoy con la huella y el dolor de haber sufrido alguna forma de mutilación genital, según advierten cifras de Naciones Unidas.

Este es un procedimiento tradicional nocivo que por generaciones ha empujado a las mujeres a una vida de aflicciones y graves riesgos de salud, incluida la muerte, alerta la organización multilateral al conmemorarse este martes el Día Internacional de Tolerancia Cero a la Mutilación Genital Femenina.

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió sobre los terribles laceraciones que ello genera y pidió acabar con esa práctica lo antes posible.

Según expertos de la ONU, el tabú que rodea el tema impide que ellas hablen sobre sus experiencias, el daño y el sufrimiento que les ocasionaron.

La mutilación constituye una forma extrema de discriminación contra las mujeres y las niñas, viola su derecho a la salud, a la seguridad, a no sufrir tratos crueles, inhumanos o degradantes, y les impide decidir sobre su propia integridad corporal y sexualidad.

Incluso, les quita su derecho a la vida cuando el procedimiento provoca la muerte.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible busca poner fin a la mutilación, lo cual comprende todos los procederes que impliquen la alteración o lesión de los genitales femeninos por razones no médicas.

A nivel mundial, se estima que al menos 200 millones de niñas y mujeres han sufrido alguna forma de mutilación genital. Las de 14 años o menos representan 44 millones de quienes han sido lesionadas, con la mayor cantidad en Gambia, Mauritania e Indonesia.

Somalia, Guinea y Djibouti encabezan la lista de los que tienen mayor prevalencia de esta práctica en adolescentes de 15 hasta mujeres de 49.

La mutilación genital, que generalmente se realiza en niñas y jóvenes, puede causar sangrado severo y graves problemas de salud como quistes, infecciones, infertilidad y complicaciones en el parto, así como un aumento en el riesgo de muertes de recién nacidos.

Naciones Unidas y numerosas organizaciones intergubernamentales, incluidas la Unión Africana, la Unión Europea y la Organización de Cooperación Islámica, aúnan esfuerzos para acabar con la práctica.

También apoyan iniciativas regionales y globales dirigidas a empoderar a las mujeres y velar por sus derechos. (PL)