De esta manera, después de renunciar a vivir en el apartamento papal ubicado en la Ciudad del Vaticano cuando tomó posesión como máxima autoridad de la Iglesia Católica, el papa Francisco adopta la misma decisión con este lugar reservado a sus antecesores desde el siglo XVII.
Consecuente con su idea de ‘una iglesia pobre y para los pobres’, en cuanto asumió sus funciones Jorge Mario Bergoglio se instaló en una vivienda modesta, de dos habitaciones, en la Casa de Santa Martha; sustituyó el automóvil de trabajo por otro más sencillo, y el célebre Papamóvil blindado por un simple jeep descapotable.
A diferencia de sus predecesores, Francisco no utilizó tampoco el apartamento de Castelgandolfo, ni siquiera en tórrido verano romano cuando todo el que puede se va al mar o a la montaña, especialmente en los meses de julio y agosto.
oda/fgg
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