En su mensaje por la fecha, fijada en 1996 por la Asamblea General de Naciones Unidas, la diplomática aseguró que con posturas tolerantes los seres humanos pueden avanzar en la construcción de sociedades más inclusivas, capaces de aprovechar las ideas, las energías creadoras y los talentos de cada uno de sus miembros.
‘Se trata de una idea en ocasiones amenazada y a menudo minoritaria. En el mundo de hoy, observo cómo en demasiados países proliferan las lógicas del repliegue y el rechazo, y cómo se instrumentalizan las crisis migratorias, la situación trágica de los refugiados o los conflictos armados’, advirtió.
De acuerdo con Bokova, estos escenarios son explotados para atizar el odio hacia el otro, estigmatizar a las minorías y legitimar las discriminaciones.
La directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura lamentó que la falta de tolerancia lleve a los discursos racistas y los estereotipos sobre las religiones o las culturas, con los cuales se pretende explicar que los pueblos diferentes no pueden convivir.
‘Contra esta lógica del repliegue, debemos volver a dar fuerza y sustancia a la cultura de la tolerancia. Debemos reiterar hasta qué punto las culturas se enriquecen con sus intercambios mutuos. Debemos recordar los hechos históricos, recordar cómo se mezclaron los pueblos y las identidades’, subrayó.
En su mensaje, la diplomática búlgara precisó que la tolerancia no es la aceptación ingenua o pasiva de la diferencia, sino una lucha por el respeto de los derechos fundamentales y un compromiso diario para buscar, en nuestra diversidad, los vínculos que unen a la humanidad.
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