La sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso será sede del espectáculo que reunirá a más de una veintena de artistas extranjeros y una cantidad similar de locales, y que se transmitirá en vivo por la televisión nacional y para el mundo.
Según Bokova, La Habana es una ciudad de gran dinamismo cultural y tradición de música, pero para elegirla como centro del Día Internacional del Jazz también tuvieron en cuenta que en 2017 se cumplen 70 años de la adhesión de Cuba a la Unesco.
Hancock llegó a esta capital como artista y Embajador de Buena Voluntad de la Unesco para el Diálogo Intercultural y le ha maravillado la forma tan fácil de interactuar músicos cubanos y extranjeros.
A través del jazz encontramos unidad y solidaridad, afirmó el ganador de 14 premios Grammy y un Oscar, considerado uno de los pioneros de la improvisación del jazz moderno.
Para él, uno de los puntos comunes que comparten los jazzistas de todo el continente americano son las raíces africanas, por eso el género musical va más allá de las fronteras y deviene una forma de expresar la cultura de muchos países.
Al mismo tiempo, Hancock recordó que el jazz no solo transmite belleza y alegría, sino que además permite manifestar dolor, tristeza, toda una gama de sentimientos y un espectro amplio de experiencias.
No caracterizaría al jazz como un antídoto, porque el término me parece excluyente, pero sí como una medicina, por su capacidad curativa, confesó este apasionado pianista y compositor.
Por su parte, el presidente del Instituto Cubano de la Música, Orlando Vistel, agradeció a la Unesco la oportunidad de mostrar la verdad de Cuba, sus talentos artísticos, y alabó que un mensaje de entendimiento humano se propague mediante la música.
De acuerdo con el funccionario, el concierto de mañana solo es una ampliación de lo que acontece en Cuba cotidianamente, por la cantidad de presentaciones a lo largo del país y la calidad de los músicos.
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