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El futuro los sitios coworking en post pandemia
Por Araceli Aguilar Salgado
“El coworking ha tenido una mayor adopción, especialmente entre los profesionales de internet, diseñadores, programadores, escritores y hasta periodistas” Alejandra Vera
En el futuro post-COVID el mundo del trabajo cambiará, pero que, en esencia, no será tan diferente de cómo era antes de la pandemia; los seres humanos necesitamos el contacto social y la oficina será una experiencia positiva y un destino deseable.
Si bien sabemos que este contexto de pandemia es pasajero, estamos seguros de que trajo consigo muchos cambios que han llegado para quedarse, a nivel laboral, se abren nuevos paradigmas, tanto en las dinámicas como en los espacios de trabajo distribuidos transfiriendo parte de su personal a ubicaciones alternativas tales como oficinas satélites, espacios de Coworking o Home Office
El término coworking fue acuñado por primera vez en 1999, pero no fue realmente difundido hasta el año 2005. Brad Neuberg, un empresario estadounidense, creó lo que sería el primer coworking de la historia, un espacio colaborativo situado en San Francisco, llamado Hat Factory, donde trabajaban 2 autónomos más.
El aniversario: el 9 de agosto de 2005. Desde entonces, han pasado 15 años, y cada 9 de agosto, se celebra el día internacional del coworking.
El coworking es un estilo de trabajar que te permite desarrollar tu empresa en un espacio donde coexisten otros al igual que tú, lo cual permite que gastes menos en infraestructura, pero además un posible intercambio de conocimientos y oportunidades a través de la interacción que se genere.
Entre intentar trabajar desde tu casa y aventurarte a pagar los gastos fijos de una oficina cara, están los espacios de trabajo compartido o “cowork”, una modalidad que desde hace unos pocos años incursiona con fuerza en el ecosistema emprendedor dominicano y que, aseguran, ofrece la oportunidad de desarrollarte en un ambiente propicio para el trabajo y las grandes ideas… a un bajo costo.
Los espacios de trabajo cooperativos son ideales para micro y pequeñas empresas, hoy en día frente al contexto actual uno de los temas más importantes dentro de cada empresa es el ahorro. En este sentido, el esquema de coworking ofrece múltiples beneficios para la optimización y gestión de los recursos.
De acuerdo con diferentes empresas del ramo, los clientes que apuestas por dicho esquema ahorran entre 25 y 30% en comparación con las oficinas tradicionales, esto se debe a que no tienen que encargarse de la administración en el dí a día, por lo que las empresas evitan perder tiempo y dinero en actividades que no contribuyen al core de sus negocios.
El coworking es un movimiento de personas, empresas y comunidades que buscan trabajar y desarrollar juntos sus vidas y negocios, para crecer más rápido y de manera más colaborativa”
Además de una cultura de compartir e innovación, característica típica de estos espacios, los coworkings tienen toda la estructura que tiene una oficina común: escritorios, salas de reuniones y hasta ese rinconcito para el café.
Además, uno de los diferenciales de las oficinas compartidas son las redes de contactos que allí se forman, el famoso networking.
Mencionamos anteriormente el networking que se brinda en estos espacios, lo que hace posible que un compañero de mesa se convierta en su cliente, sin embargo, además de eso, también hay flexibilidad en horarios y contrataciones, baja burocracia y costo reducido.
Estas son las principales ventajas y desventajas del coworking, de acuerdo Forbes
Ventajas
1. Ahorro en costos de implementación
El coworking ahorra los costos de adecuación y equipamiento de una oficina (remodelación, mobiliario e infraestructura tecnológica, entre otros). Con ello, de inicio, las empresas no tienen que incurrir en la enorme inversión inicial que supone adecuar un espacio de trabajo.
Adicionalmente, la empresa administradora absorbe la depreciación y el mantenimiento del espacio, es decir, los inquilinos no tienen que encargarse de reparar sillas, mesas o equipos, ni cambiarlos a lo largo del tiempo.
2. Ahorro en gastos financieros
El modelo ahorra a sus clientes gastos financieros como depósitos, fianzas y garantías (que suelen requerir las oficinas tradicionales). De esta manera, las empresas pueden utilizar su capital para crecer en lugar de inmovilizarlo en este tipo de instrumentos.
3. Ahorro en “espacio”
Al compartir algunas áreas que son típicamente subutilizadas en una oficina tradicional, se diluyen los costos de alquiler de estos espacios entre varios clientes. Típicamente, en una oficina tradicional las salas de reuniones, los baños y la cafetería, entre otros, son espacios subutilizados, pero que de igual modo generan un costo alto de renta. En los espacios colaborativos los costos se diluyen entre los demás inquilinos.
4. Ahorro en costos operativos
La gran mayoría de coworkings negocian contratos con proveedores de servicios mayoristas, lo cual le permite entregar servicios premium a costos menores a los del mercado. Asimismo, al centralizar todos los servicios de oficina en una sola factura mensual, el cliente ahorra el tiempo que supone administrar a los distintos proveedores de servicios.
Por ejemplo, muchas empresas tienen equipos enteros encargándose de contratar, administrar y gestionar los pagos de los proveedores de servicios como seguridad, limpieza, internet, suministros, etc.
5. Otros beneficios
En el contexto actual, por ejemplo, Comunal Coworking cubre todos los costos de elaborar e implementar un protocolo de sanidad frente al Covid-19.
Este servicio elimina una preocupación más a los clientes: contratar personal especializado en el tema e incurrir en los costos asociados.
Beneficios psicológicos del coworking
- Trabajar en un ambiente positivo, distendido
- Enriquecerse de la sabiduría de otros coworkers
- Conocer mejor las tendencias del mercado
- Trabajar en equipos te ayuda a ser emocionalmente más inteligente
- Compartir proyectos para enriquecerlos y poder llevarlos a cabo
Las desventajas
- A pesar de ser normalmente más bajo que el alquiler de una oficina normal, las oficinas privadas compartidas todavía tienen un costo, que debe ponerse en la punta de un lápiz para que el trabajador o la empresa confirmen que vale la pena unirse.
- Además, el horario de apertura de estos espacios es normalmente en horario comercial, lo que dificulta la vida de quienes gustan de trabajar hasta altas horas de la noche.
- Finalmente, otro punto a colocar en la escala es el tema de la dificultad de concentración que pueden tener los profesionales más sensibles a las distracciones. Después de todo, hay varias personas que comparten el mismo espacio y los ruidos telefónicos o las conversaciones paralelas son inevitables.
Esta pandemia también nos ha demostrado es que, para restaurar el sentido de pertenencia y de comunidad, es fundamental desarrollar y estimular formas de colaboración más estrecha, el trabajo no es algo que se hace simplemente, se trata de un propósito, una conexión y la creación de un objetivo conjunto.
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