En declaraciones a Prensa Latina, el director comentó que aunque el largometraje estuvo en varios festivales dedicados al séptimo arte, ese será su primer estreno en cartelera y eso le provoca una mezcla de miedo y emoción, porque ‘además será aquí en Francia, una plaza fuerte’.
La semana pasada el cine parisino Lincoln acogió un pre-estreno del filme a sala llena, tras lo cual numerosos espectadores (muchos de ellos cinéfilos experimentados) expresaron a Giroud diversos elogios y comentarios sobre el material. El trabajo cinematográfico se ubica en la Cuba de la década de 1980 y cuenta la historia de un campeón de boxeo (Horacio) sancionado por dopaje que debe trabajar como acompañante de Daniel, un paciente de VIH, en los años en que esa enfermedad comenzaba a conocerse en el país y en el mundo.
Una particularidad del filme es que si bien aborda la problemática del padecimiento, no lo convierte en el centro de su acción, como ocurre en buena parte de la cinematografía existente sobre el VIH.
Más allá de eso, la película expande su dramaturgia hacia otras cuestiones como la lucha por los sueños o los lazos de amistad y de amor que unen a los seres humanos en medio de condiciones difíciles.
De acuerdo con el realizador, esa conexión lograda hasta ahora con espectadores de diversos países se debe precisamente a que filme está ubicado en un contexto puntual, con una problemática específica, pero alude a conflictos humanos que son universales.
Asimismo, añadió, se optó por un lenguaje cercano al público con el propósito de establecer una comunicación y lograr así sensibilizar a las personas con el tema, más allá de las dos horas que permanecen frente a la pantalla.
El Acompañante es el tercer largometraje de ficción de Giroud, precedido por Tres veces dos (2004) -en el cual dirigió el primer cuento de los tres que componen el filme-, La edad de la peseta (2007) y Omerta (2009).
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