El equipo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Alemania halló las piezas junto a fragmentos de hueso de neandertales en la cueva Grotte du Renne (Francia), señala un artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.
Durante la investigación, los autores, dirigidos por Frido Welter, observaron más de cerca a algunos fragmentos de hueso del sitio que eran demasiado pequeños para ser identificados por medios convencionales.
En tal sentido, como no había suficiente ADN en los huesos, el equipo optó por utilizar el análisis de proteínas para la identificación, destaca el medio especializado estadounidense.
Dicho examen permitió comprobar que el fragmento era de un ser humano, pero se necesitaba más elemento para determinar si era de un hombre moderno o del neandertal que habitó Europa y partes de Asia occidental.
Por eso, para encontrar la respuesta, los especialistas realizaron un estudio químico de la proteína en la muestra y compararon los resultados con otros ejemplares de seres humanos modernos y neandertales, que ratificaron la procedencia de un neandertal.
Además, descubrieron productos químicos en la muestra que sugirieron que el fragmento de hueso fue de un bebé que todavía estaba amamantado.
Estos resultados sitúan estas piezas de joyería con los huesos de neandertal más o menos en el mismo tiempo y lugar que los investigadores sugieren una fuerte evidencia de que el extinta especie los creó.
Sin embargo, no descartan la posibilidad de que los neandertales se limitaran a tomar las joyas de los seres humanos con que se habían encontrado o las recibieron como regalos.
La Grotte de Renne fue descubierto en 1949, convirtiéndose en un tesoro arqueológico donde se encontraron huesos y otros artefactos fechados posteriormente en hace unos 40 mil años. mgt/rml
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